los secundarios ya están aquí


Me parecía imposible escribir una novela. Cuando di por terminado Una casa en Bleturge, y le llamaron novela, crecí dos centímetros. También se abrió el suelo bajo mis pies: ¿sería capaz de contar más historias?

Cada vez que he terminado un poema he sentido el vértigo de no saber si sería el último, si "vendrían" más. Con Bleturge fue peor. ¿Sería capaz de escribir otras 200 páginas, si todo lo cuento en tres frases? Y retomé una historia abandonada y, a paso de hormiga, di por terminado Diario del asco.

Durante los últimos días de escritura (más que de escritura, de tachar lo que sobraba), dos voces empezaron a charlar en mi cabeza. ¿Y estos quiénes son? Ni idea, pero empecé a apuntar todo lo que decían. Hablaban de sus cosas, de su vida, en el portal.

¿Qué estás escribiendo?, me preguntó Mario Guerrero con los ojos muy abiertos. Diálogos, le dije, hay dos personas hablando en el portal de su casa, solo eso. Yo leería un libro así, me dijo. Y me fui a casa ilusionada.

Al cabo de unos días supe quienes eran: Rubén y Amalia. Dos personajes secundarios de Diario del asco de los que solo sabíamos por boca de Mateo.

Me ha encantado contar sus vidas, saber cómo eran en realidad. Me lo he pasado pipa, como cuando de niña estrenaba caja de plastilina.

Si siempre he escrito para mí, con Los secundarios, más. Este libro no es más que eso, hurgar en sus vidas para saber quiénes eran. Dos años de placer modelando en plastilina a estos dos seres tan perdidos como lo estamos todos, todas y hasta "todes".

diario del asco, también

 Lo subo ahora, que después se me olvida.

https://vimeo.com/423975680

todo tiene su explicación: bleturge

Como no sé en que blog vivo, no recuerdo si subí este vídeo.

Será este sol de agosto en octubre (o que ya tengo hambre), pero: ¿Y celebrar un día internacional de Bleturge? ¿No? ¿Local, tampoco?

https://vimeo.com/292782731


para terminar el año

2020 traerá una novela nueva bajo el brazo Diario del asco (Tusquets). Pero en estos últimos días de diciembre, Bleturge aún gotea. Gracias mario Virgilio Montañez.
http://pan-para-hoy.blogspot.com/2019/12/lecturas-una-casa-en-bleturge-isabel.html

josé morella, premio "café gijón" 2019

Oh, qué alegría tener una buena noticia para alimentar este blog que ya parecía estar en vía muerta. Pero mi alegría es grande: José Morella (Ibiza, 1972) ha ganado el premio Café Gijón  2019.

Recomiendo con los ojitos cerrados Asuntos propios (Anagrama, 2009) y, para los que no les pongan pegas a poetas-que-hacen-lo-que-les-da-la-gana (esto es, lejos de modas y yutuberío) Tambor de luz (Osuna ediciones, 2001).

En enero saldrá West End en la editorial Siruela. Ya tengo ganas de.

https://josemorella.com


un día D las escritoras muy feliz



Bleturge sigue dándome alegrías. Por ejemplo, iniciar las actividades de la Fundación Rafael Pérez Estrada junto a Milena Busquets.

No hace falta que recomiende encarecidamente la lectura de su novela Todo esto pasará. Ya lo dicen todo los más de 40 idiomas a los que ha sido traducida.

Gracias, Ana Cabello, por pensar en nosotras (juntas). Eres oxígeno puro.

standby

(Mejor que dormirse en los laureles)
Agosto pasó sin pena ni gloria, como siempre. Detesto agosto sobre todas las cosas. Entiendo a Beckett cuando dice que jamás pudo escribir una palabra en agosto.

Septiembre nos renueva, o eso quiero creer (en el sur el calor no se va hasta mediados de octubre).

Ha pasado un año, y hace justo un año me dijeron: "Te va a cambiar la vida". Se referían a Bleturge. Supongo que a una persona con afán (aquel afán del que hablaba Luis Landero), sí le habría cambiado. Recibí propuestas para dar clases de creación literaria, charlas, ser opinadora, ser jurado de, etc. Igual no sé muy bien lo que quiero (¿de verdad quiero ser escritora o sólo quiero escribir y que me dejen en paz?), pero sé perfectamente lo que no quiero. Mi vida no ha cambiado.

Sigo desayunando con las hormigas de la terraza, sigo escribiendo en papelitos que amontono en nidos aquí/allá, sigo pensando ¿para qué? cada vez que me proponen publicar.

Ver Bleturge publicado me infló los pulmones durante unas semanas, le di un gran empujón a aquella otra ¿novela? abandonada que comencé en el 2000. Agosto la frenó. Espero que no acabe en vía muerta.

Mientras tanto, libros que estaban aquí/allá van saliendo a la luz. Y eso que no ha llovido.

pedazos de una vida

Como tengo la cabeza a pájaros, olvidé subir en su día esta crítica que hizo Juan Marqués en el ABC.
Gracias, como siempre.

PEDAZOS DE UNA VIDA
Quienes conocen la siempre breve pero ya extensa obra poética de Isabel Bono (Málaga, 1964) están familiarizados con la sensibilidad de calidad que ella ha desplegado en sus versos, con esa bondad inteligente, con su envidiable capacidad de observación y descodificación de la realidad (y su realidad incluye también, casi con preferencia, lo que sucede por dentro de nosotros, en nuestras fantasías, frustraciones y anhelos). Esas mismas características han saltado ahora a la que se presenta como su primera novela (no lo es, pero es verdad que con Una casa en Bleturge comienza claramente algo nuevo, aunque tanto en estructura como en espíritu se parece a Ciego montero, ¿dónde te metes? (su debut narrativo de 2002), una narración hipnótica pero cotidiana, extraordinaria aunque doméstica, fantástica en su puntería para explicar la psicología de personajes “normales”. Fragmentaria, por supuesto, pero completa.

Al comenzar el relato, un niño ha muerto por un descuido, y esa tragedia ha triturado la vida de sus padres y de su hermana. La narración se centra en la mujer, que ha de gestionar su dolor sin descuidar las otras regiones de su vida, y entre ellas el cuidado de su propio padre enfermo, el rencor y el desapego que su marido siente hacia la hija superviviente, los silencios espesos, los paseos y lecturas en busca de sentido, la perplejidad general ante un mundo que, indiferente, continúa con su movimiento frenético, con sus afanes superficiales. Con una prosa tan eficaz como sencilla, y a través de pequeños capítulos con título que cuentan una anécdota, una intuición, un recuerdo, un sentimiento parcial (en los dos sentidos del adjetivo), Una casa en Bleturge exhibe una sabiduría abrumadora y constituye una lección narrativa necesaria por diferente, por reveladora, por el modo lírico en que intenta ordenar lo que por naturaleza es caótico e inaprensible.

“Lo mejor de una habitación de hotel es que nada es tuyo”, piensa la protagonista, y ese sentimiento de no pertenencia, de extrañeza (y su celebración secreta), se extiende a todo lo demás, y a la propia vida, convirtiéndose en una especie de extranjería metafísica. Una casa en Bleturge es una novela atravesada por una nítida consciencia de que estamos vivos y por el aturdimiento extremo que provoca el no saber qué hacer con esa verdad, a ratos maravillosa y a veces insoportable. El estupor expresado en algunas páginas convive con la lucidez despejada de otros (“Amar es muy fácil. Se ama o no se ama, te aman o no te aman. El amor con esfuerzo no es amor. Si cuesta amar, si uno se propone amar o que lo amen, no es amor”), y mientras la joven llega a preguntar a su madre “¿Te imaginas qué suerte si fuéramos creyentes?”, ésta es incapaz de dejar de contemplar las flores de un lugar que no existe (las flores de Bleturge, un lugar sobre el que no podemos añadir mucho más, y no porque no queramos desvelar nada de la trama –no es ésta una novela de sorpresas, al menos en el sentido convencional de la palabra–, sino porque realmente no se puede decir mucho más acerca de ese enigmático y sugerente topónimo). El título de esta “casi ópera prima” es, en ese sentido, muy significativo, porque Isabel Bono ha acertado con él a resumirla, delatando que se trata de una mezcla perfecta de cotidianeidad y magia, de lo inmediato y lo inalcanzable, y la fotografía de la cubierta (obra de la propia autora) es también, en su extrema “normalidad”, todo un aullido que delata una ausencia, o tal vez la presencia de un fantasma que, si bien ha despedazado irreversiblemente algunas vidas, ha enseñado a otros a vivir mejor, aunque tal vez no en el mundo material, físico, visible… sino un poquito más allá, siempre en otro sitio.

sí a todo

Pensé que Bleturge ya no daba sombra, pero ayer Enrique Villagrasa (siempre tan atento) me envió una reseña que había aparecido en El Cultural (15 julio 2017), firmada por Santos Sanz Villanueva.

La primera crítica negativa.

La he agradecido mucho, porque equilibra a balanza. Tanta cosa buena resultaba un poco Ci-Fi. Sanz Villanueva dice (resumiendo) que he complicado la historia para nada, que lo bueno que tiene (no todo lo que dice es malo) no merece el esfuerzo que debe hacer el lector.

Estoy de acuerdo en todo, salvo en cuando habla de originalidad. Si resulta original no es mérito mío, no me lo propuse, salió así, es mi manera de contar. Como diría Vonnegut, el déficit de un autor (él hablaba de pintores) es lo que llamamos estilo, lo que nos hace distinguir su obra de la de otro.

Lo mío, claramente es déficit. En Bleturge se nota demasiado que llevo 34 años escribiendo poemas: no nombro, no explico, abstraigo, me voy por la lindas ramas. Quizá por eso nunca llamé novela a Bleturge, sólo libro. Demasiado bien ha ido la cosa.

Necesitaba algo que equilibrara la balanza para hacer estos 10 meses pasados más creíbles (han sido realmente increíbles), y para no dormirme en los laureles (me encanta esa expresión).

Desde que me llamaron en septiembre para comunicarme el premio, he tenido presente cómo me tomaría una crítica negativa, si dormiría esa noche, si seguiría escribiendo con total libertad.

La respuesta es sí a todo: Aunque no tuviera ni un sólo lector seguiría escribiendo cada día por puro placer.

Tomo nota del toque de atención, procuraré (en la medida que mi ADN me lo permita) mejorar todo lo que pueda. Ay.

ecos desde madrid

José Luis Morales, tan generoso siempre.

"En primer lugar, déjame que te diga que no he visto a nadie que esté más en su novela que tú. Me pareció alucinante: eras tú, la misma, la que yo leo, la que ha novelado unas emociones, unos miedos, unas angustias y unas pasiones, tan serias, tan hondas, tan íntimas, sin dejar de ser la poeta chispeante que yo conozco. Sé que estás en esas dos mujeres (los hombres son más anecdóticos, más personajes), en una proporción que ignoro y no quiero averiguar, porque el interés de tu novela no es el biográfico, sino el literario: esa fórmula tan tuya (pura lírica) de decir más con lo que callas, de presentar el presente como en el aire, cuando es un eslabón (un mosquetón, pues se puede abrir) de esa cadena de acero y cristal que es la vida... En fin, una magnífica novela escrita, para mi admiración, sin dejar de hablar con tu voz ni de mirar con tu mirada --ambas-- de poeta. Si pudiera, no te daría la enhorabuena, sino un abrazo demoledor, de los que rompen todas las costillas... ¡Cómo he disfrutado!".

sin agua, sin respiración

Hoy cortaron el agua para limpiar los aljibes, y este artículo de Itzíar Mínguez en "Agitadoras" me cortó la respiración.

Itzíar dice algo que nadie había dicho: "(...) si de estas palabras pudiera desprenderse que Una casa en Bleturge es un drama, es que me he explicado mal. Bleturge es donde llegamos después del drama (...)".

Ahí está, qué fácil era. En fin, acumulé un par de botellas, que me duraran hasta las 19h, pero, ¿dónde podría acumular algo de oxígeno para los próximos días?

http://www.agitadoras.com/junio%202017/itziar1.html

desde otra isla

Desde tenerife, Tito Expósito me dice esto y yo me iría desde Bleturge nadando para darle las gracias.

"por cierto, la novela me chifló
escribes como sientes y viceversa y eso a mí me maravilla,
una lectura que me carga de sentimientos
como decía un psicólogo que nos dio unos cursos en el ayunta,
"vivo y vibrante", esa es la sensación y el poso que se me quedó".

bleturge se fue a la feria, y olé

(Jugando a las tiendas)
Siempre le temí a la Feria del Libro de Madrid por culpa de los plátanos, me dan alergia, se me encienden los dedos, me vuelvo una catarata de mocos transparentes.

Por la mañana en Ed. Renacimiento para firmar Bajo el signo de Atenea (aforismos). Jugué a las tiendas. "Abra por cualquier página, lea un aforismo y, si le gusta, se lo lleva". Y así.

Un señor me contó que era economista, se había jubilado y matriculado en Filología Hispánica. "Tengo que meter los libros de contrabando en mi casa, los dejo en el trastero y por la noche los subo para que no me vea mi mujer, dice que no quiere más libros".

También vinieron amigos a que les firmara Una casa en Bleturge, aunque no tocara.

Y así la mañanita, tan a gusto, mirando desde dentro a los que pasaban como en una tele gigante en 3D. Mirar es lo mejor, y desde una caseta puedes mirar a placer sin vergüenza ni remordimientos. El pequeño voyeur que me habita fue feliz.

Por la tarde en Ed. Siruela. Y jugué a las tiendas de nuevo. Creo que si en el cartel hubieran puesto que el libro tenía premio, se hubieran vendido más porque oí decir varias veces a los que se acercaban: "¡Ah, si es un premio!". Y me miraban intentando reconocer a alguien famoso. (Tomad nota para el año que viene).

Hubo un "momento Bleturge" en el que varios amigos me hacían fotos a la vez. De repente la gente se paraba, y casi sin mirar también me hacían fotos sin saber el porqué ni quién era. Así están las cosas.

Aunque no hubiera vendido ni medio libro, repetiría. Sólo por mirar y que te cuenten cosas ya vale la pena. No hay que tomarse demasiado en serio nada, vender o no vender. Escribir es lo único serio que hago en mi vida (mientras estoy escribiendo). El resto del tiempo, Jugar is de password. Jugar es lo que más mola el mundo. Jugar, no haber dejado de hacerlo. Quizá por eso no tuve hijos, para poder seguir jugando, para poder decir cuando yo quisiera Game over. Jugar es vida extra a cada rato, ese empezar de cero con cada cosa, con cada persona, a cada rato.

Gracias a las chicas de Siruela y a aquellas dos chicas que adoraban a los gatos. Y a Juan Marqués y a Jacinto Pariente, por saltar de sus casetas para abrazarme. Gracias a Pepo Paz. Gracias a Perkins por recorrerse la feria dos veces sólo para darme un beso. Gracias a Alberto, Lucas, Pablo, Melina, Jesús, Ignacio, Eliana Dukelsky, Ayoze, Carlos, Eva, José Manuel, Jorge, Ana Pérez Cañamares, Marta López Vilar, Maya, Pilar, Pacocaro, Rafa Soler, Javi Rodríguez, Francisco, Miguel Martínez Lage, Carolina Martínez, Maite, Raquel y Federico del Barrio. Gracias por acompañarme, gracias por un día de auténtica Rock Star.

Sí, estoy segura, voy a echar todo esto de menos.

bleturge en asturias

¿Hacía o no hacía sol?
Barcelona-Asturias
A mi lado, una chica con turbante de raso negro plisado habla con su amiga. "Mira negra, mequivoqué de mostrador, saqué la billetera, me metía en el de Madrid, espera que ahora viene lo bueno, me pongo a gritar, espera negra, salgo corriendo para el vuelo de Barcelona, llego al mostrador y me he dejado la billetera en el otro mostrador, calla negra, corro otra vez, les grito, les digo que la billetera es mía, lo comprueban, corro al mostrador de Barcelona y me dicen que no puedo pasar, espera negra que ahora viene lo bueno, me pongo a gritar, nada, me tiro al suelo, espera negra, grito y pataleo, sí, en el suelo, espera, preguntan adentro del avión si me dejan pasar y me dejan, calla, y aquí estoy".

Me sorprende que lo cuente sin reírse. Me sorprende más que se haya puesto un turbante negro sobre el pelo negro. Por mi parte, llegando a Asturias, acabo La buena letra de Chirbes. Qué joya. Qué pena no haber coincidido nunca con él para decirle que con sus libros me haría una diadema.

Para los viajes suelo llevar dos libros, uno nuevo y otro que haya leído (y me haya gustado), vaya que el nuevo no me guste. El nuevo es Lo que no tiene nombre de Piedad Bonnett. Sé que es un libro imprescindible, pero me lo voy a dejar para otro momento porque ando muy sensible.

Gijón
Como ya me advirtió Antonio Montes (Premio "Café Gijón" 2010), es toda una experiencia ver tu nombre en un cartelito que sostiene un tipo ataviado como un ministro. Yo con tenis (mi madre me mata). Coche negro, maletero impoluto (tengo que hacer limpieza en el mío cuando vuelva, pienso). 

Gijón cumple mis expectativas: viento, casi frío y el cielo enterito a punto de caerse sobre ese-pedazo-de-playa. El hotel tampoco defrauda: amabilidad y buenas vistas.

Hotel Alcomar.
Es tarde. Unas rabas con sidra en la barra del "San Bernardo" (en el periódico media página con foto a todo color para anunciar el acto de esta tarde), y a responder a una encuesta-trabajo de fin de curso de unas alumnas de 1º de bachillerato de un instituto de Quesada, Jaén. Qué monas.

A las 17.30h he quedado en el hall para una entrevista de la RTPA. Rubén, el cámara, prepara el espacio la luz. Coloca un sillón que recuerdo dorado (pero quizá no lo era tanto) delante de una chimenea. Diréis que esto no es mi casa, ¿verdad?, pregunto. Ángeles es superdulce, me deja hablar, se me va la pinza como siempre y acabo hablando de otras cosas. Se despide con mucho cariño. Dos veces. Olvidé pedirle el mail.
(Aquí iría el enlace de TPA, pero no he dado con él.)

A las 19h he quedado con Miguel Rojo (jefe del Área de Cultura de "El comercio") que, a pesar de su cargo resulta ser (casi) un niño (con barba). Caminamos hasta el Ateneo Jovellanos. Nos recibe Luis Rubio Bardón (vicepresidente del Ateneo Jovellanos).

Con Miguel Rojo y Luis Rubio Bardón, sonrientes.
Cuando el público se ríe con mis cosas me siento en familia, me lo paso bien. Ente el público se hizo la luz (y todavía no sabía que se llamaba así). Se ha leído la novela a conciencia, se acuerda de más cosas que yo. Qué maravisha, diría mi amigo Marcos. Todo fluye, diría alguien. Del acto dará fe en "El comercio" Alberto Piquero. Después cenamos pixín. No se puede pedir más.

Mañana de paseos al sol. Sí, al sol. Y es que en un sólo día te puede tronar y ponerte morena. Y he vuelto a salir en el periódico. Viva el norte. Me pregunto si cuando Bleturge pase de moda, cuando yo toda entera pase de moda (dentro de unos meses), echaré de menos todo este jaleíto. Veremos.

Miguel me propone que cuente para "El comercio" mi Bleturge en Asturias. Me viene inmediatamente la ventana de la casa de mi profesor de biología del el instituto, desde donde vimos pasar un corzo. Astuto él, se vino a vivir a Asturias. Pero mi profe no está dispuesto a convertir su casa en centro de peregrinaciones bleturgianas, y dice que nones. Que hable del sitio, pero no diga dónde está ni cómo se llama. Es que es para eso, precisamente. Nanái.

Lo que me más me gusta es que confíe tanto en mí como para creer que alguien pueda ir en peregrinación a un lugar que yo recomiende. Por cierto, es el mismo profesor que en el instituto nos llamaba "Marcos y Heidi". Al final me decido por "La tahona de Besnes". Oh.

A las 19h tengo encuentro con Clubs de lectura en el Antiguo Instituto Jovellanos, en la calle Jovellanos. Jovellanos, está claro, es el Picasso de Gijón. Me reciben Montserrat López Moro (concejala de Cultura) y Patricia Menéndez (directora de la Red Municipal de Bibliotecas) a quienes ya conocí en Madrid. También está Luz, que repite y se ha traído a unas amigas. Oh.

Un señor de negro se me acerca sigiloso, quiere entrevistarme para TVE. Me extraña, pero me dejo. Sabe preguntar, aunque como suelo irme por las ramas tendrá que podar mucho. Pobre.

Entrevista para TVE Asturias.
Sorprendentemente, el salón de actos se llena. Noto cierto vértigo, ¿qué les voy a decir?, ¿cómo voy a entretenerlos una hora? "He venido a hablar de mi libro", retumba en mi cerebro. Hago como que espanto una mosca. Patricia, que tiene Rayos-X, me invita a que les cuente todo desde el principio. Y ahí ya me pierdo y les cuento que tengo un móvil-castaña, y que no daban conmigo, y que me presenté en Siruela sin dormir, y que lo estoy disfrutando mucho. El público se anima y pregunta. No sé cómo acabamos hablado de cómo ordeno las bragas (momento en el que un niño sale de la sala, espero que no por mi culpa). Pasé una tarde-suspiro deliciosa. Sin ninguna duda lo mejor que me está dando Bleturge son estos encuentros. Saber que hay personas que han leído tu libro y te hablan de los personajes como si los conocieran mejor que tú. ¡Y es que los conocen mejor que yo! Soy idiota, pero me entran ganas de llorar. Qué suerte tengo.
http://www.lne.es/gijon/2017/05/11/isabel-bono-habla-lectores-casa/2102591.html
http://www.elcomercio.es/culturas/libros/201705/11/isabel-bono-lectores-ccai-20170511001041-v.html

Publico estupendo y reivindicativo.
Hablando de tener, tengo pendiente escribir algo sobre los clubes de lectura. Hubo un momento de tensión porque entre el público se reclamaban clubes de lectura. Alucina. No piden más luces de Navidad o más sidra en fiestas patronales o más campos de fútbol: ¡Piden que vuelvan a funcionar los clubes de lectura!

Y es que la burocracia es lenta. Pero estoy completamente segura que los clubes de lectura volverán porque nadie tiene más interés que Patricia y Montse (así, sin cargos) en que así sea. Alguien que reivindica más libros, en definitiva más cultura, tiene todas mis simpatías. "Asturias, si yo pudiera..." me viene a la cabeza antes de dormir.

Gijón-Oviedo
Un nuevo coche negro y un nuevo conductor. Una nueva habitación de hotel. A estas alturas todo el mundo sabe cuánto me gustan las habitaciones de hotel (aunque nunca me haya colado en una).

Hotel Gran Regente.
Oviedo
A las 13h tengo entrevista en directo en Onda cero con Azucena Vence. La he visto en fotos y me recuerda a la poeta Carmen Camacho y a mi prima Cristina. Creo que tengo la costumbre de buscarle parecidos a las personas que no conozco para crearme cierta seguridad-familiaridad. Si tuviera psicoanalista esto daría para un rato.

Vence y Bono, de profesión lloronas.
Efectivamente, Vence es como la esperaba, nerviosa y abrazadora, tremendamente sensible. Lo demuestra cuando, después de leer una noticia sobre una pastora enterrada en el hielo hace 9.300 años, se echa a llorar. Yo, que ya dije que soy idiota, también. Y así, entramos en directo. Ole ahí.
Minuto 37' 10'' (la historia de la pastora) y yo diciendo cosas minuto 44' 45''.
http://www.ondacero.es/emisoras/asturias/oviedo-en-la-onda-11052017-con-azucena-vence_20170511591461080cf2a1da4829ac9b.html

Momento Bleturge: Está la Bono comiendo en el restaurante "La gran taberna" (la mejor calidad-precio del mundo), cuando se fija en que el camarero que amablemente le sirvió lentejas estilo asturiano (y le dejó el pote para que se sirviera a placer) está en modo Roland Garros. Esto es, mirándola a ella y mirando la tele. La Bono se da un respiro y también mira. Casi se ahoga al verse en 32 pulgadas, por lo menos. "¡Soy yo!", le dice colorada al camarero, que sonríe y hace mutis tras la barra.

Pues era verdad que aquel señor de negro, Ceferino Montanés para más señas, era de TVE Asturias.
Minuto 18' 45''.

A las 19h presento Bleturge en "LibrOviedo". Me recibe Leo Prado. Veo a Vonnegut en una mesa, me lo compro. Llega mi presentador Chus Neira (periodista de "La nueva España"), otro niño con barba. Qué vieja soy, pienso. Una chica sonriente entre las mesas atiborradas de libros. Lleva unos folios, un folio lleva mi cara, lo señala, se ríe, me río, asiento. A por ella. Bea ha leído el libro, le ha gustado, ha venido con sus compañeras del Club de lectura Pumarín. Alucino.

La Bono largando sin parar ante la mirada atónita de Chus Neira.
Lo malo de las carpas es que las palabras se pierden, o esa es mi sensación, y no le puedes pedir a los que han ido a la feria a comprar libros que se callen y te hagan caso. Caso me hacen mis muchachas de Pumarín, que tienen mil preguntas y cinco minutos, me advierte Leo.

Club de lectura Pumarín, que además me invitaron a cerveza.
Firma que te firma. No sé ni lo que pongo de lo sacudida que estoy. No me esperaba tanto amor. Oh. ¡Y encima viene a vermeabrazarme mi queridísima Ana Vega! Tantos años contándonos cosas por mail y mira. Ohh.

Con la poeta Ana Vega, felices.
No recuerdo nombres, mis disculpas, sólo el de Chelo y porque me lo dijo un señor encantador que se vino hasta "El olivo" hablando de libros con una pasión en plena forma.

Otro señor (fotógrafo de la feria) nos hizo mil fotos, pero no he encontrado ninguna. Help me!

Como no puede ser de otro modo, la noche acabó con sidra y queso Gamonedo. El queso de los poetas del silencio, supongo.

Queso Gamonedo con membrillo y avellanas.
Gracias por tres días que han parecido mil y un soplo a la vez. Gracias.

nos vamos a asturias

La próxima semana Bleturge y yo viajaremos a Asturias.

El martes 9 presentaré la novela en el Ateneo Jovellanos de Gijón, a las 19.30h.
http://www.elcomercio.es/culturas/libros/201705/07/vida-sucede-gerundio-20170507022800-v.html

El miércoles por la tarde tendré un encuentro con Clubes de lectura.

Y el jueves 11 estaré en "LibrOviedo" presentando a las 19h y firmando lo qeu se me ponga por denlante.
https://www.libroviedo.es/libroviedo-2017/programa/

Espero salir de allí cantando felizmente el "Asturias patria querida". ¡Nos vemos!

letraheridos del mundo, uníos

Mi querido Antonio Montes me envía un enlace. El Fescambre, leo. ¿Pero qué es un Fescambre? Se me va la cabeza a aquella película Julia y el celacanto (los caminos de mi cerebro siempre serán una incógnita) (para mí).

No le daré más vueltas: Gracias Jimy Ruíz Vega por tus hermosas palabras.
https://jimyruizvega.blogspot.com.es/2017/05/una-pena-en-observacion.html

(He intentado dejarte un comentario en el blog, pero al no tener Google+, no me deja. Tampoco tengo Facebook ni Tuíter, ni perrito que me ladre. Sólo decir que qué más quisiera yo que ser aforista, pero certezas no tengo, sólo sugerencias como mucho. Pero gracias por pensar que. Ay.)

bleturge también es un camino




(El futuro, sin más)
Si en Bleturge hay una casa, también hay un camino. Ese camino me llevó el pasado día 26 de abril al IES Huelin. Algunas caras nuevas, melenas que han cambiado de color, tupés de alfombra roja.

Y no sé cuánto les durará ese entusiasmo que pretendo sembrar en sus cabezas de colores. Ojalá sea mucho. Ojalá una semilla de luz se encienda cuando la necesiten, cuando se sientan solos, cuando duden si merece la pena vivir: leed para vivir más vidas, leed para conocer qué piensan los demás, para ser más empáticos, más tolerantes, leed para ser libres. Esa es mi cantinela.

Si además alguien, con la melena rosa o azul o con un tupé de diez centímetros, decide ponerse a escribir, bailaré de felicidad.

Qué fácil era: al final, el sentido de la vida no era otro que intentar contagiar amor por la vida, amor por la libertad. Y amor por los libros.

cervantes se escribe con z

(Feliz, también se escribe con Z)
Ayer, sábado 22 de abril, se inauguró la primera edición del "Festival Z". Si Vélez ya merece excursión por sí solo, ahora añade un motivo más. Diez días de actividades para todos los públicos: talleres, encuentros con escritores, música, teatro...

Participé con Antonio Montes (El grito, Premio Café Gijón 2010) en una charla de mesa camilla, contándonos el uno al otro (público mediante) nuestra experiencia después de recibir el premio. Me gusta Antonio Montes porque no tiene prisa, porque no frecuenta saraos, porque escribe cuando le apetece, pero cuando se pone, se pone. Estoy segura de que le vendrán muchos premios más. Sin prisa, eso sí.

Si el universo se expande, la cultura debería hacerlo aún más. Ferias del libro en cada pueblo, actividades culturales en cada calle encalada. Agitar, espolear cerebros retrepados frente a la tele, captar a lectores y escritores en potencia, ser espita. No entiendo la vida sin eso.

Gracias al Ayuntamiento de Vélez por apostar por la Cultura.

Gracias a Ana Cabello por su enorme sensibilidad, por su generosa  confianza en nosotros, los lentos, para la inauguración.

Precioso cartel, por cierto. Zambrano y Zervantes, ¿qué más se puede pedir?

www.facebook.com/fveleZlee/
@fveleZlee
#VéleZlee

una reseña de fiar

"Nada de fiarse de ella", dice Maica Rivera en esta acertada reseña publicada en la revista Leer. Alguien me dijo hace poco que mi escritura tenía "venenito". A mí se me suben las cejas y los hombros entre la sorpresa, el pudor y la guasa, al ver que los demás ven en mí cosas que yo no había visto. Y me gusta.

Gracias Maica Rivera.

http://revistaleer.com/2017/04/isabel-bono-premio-cafe-gijon-2016/

desayuno

(Entrevista en "Territorios", El correo sábado 15 abril 2017)
A pesar de los kilómetros, los amigos se las componen para que desayunemos juntos. Gracias, Fernando.

vidas color nude

Qué bonito texto firma Guillermo Busutil en "La opinión".
Como sigo sin dar con la tecla para subir un PDF, este cut&paste hará las veces. Gracias GB, no me extraña que te den medallas de oro. Y medallas color nude, ¿no hay?

"Vidas detrás de las fachadas, un semáforo que cambia. Podría ser el verso de un poema en el que expresar el eco de lo que sucede en ambas imágenes: personas que existen detrás de la identidad de la que quieren marcharse; y una luz ámbar, roja, verde, que gestiona el movimiento de sus vidas y de sus emociones cruzándose con el lector. Todos caminan a ciegas con la curiosidad encendida en esta novela donde todos los personajes viven más hacia dentro que hacia fuera. Le gusta a Isabel Bono que sus capítulos breves sean destellos poéticos en ternura seca o en dolor interiorizado. Un tiempo corto, en tránsito, entre una vida y otra, de una orilla vacía a una orilla en la que sentirse libre. Así siento Una casa en Bleturge, Premio Café Gijón.  Una familia de historias en un paso de peatones; dos aceras desde donde mirarnos lo unos en los otros intentado comprender por qué nos hacemos daño, por qué la comunicación nos hierepor qué culpamos en los otros lo que nos corresponde.

Desde fuera un semáforo que cambia para ir presentándonos vidas detrás de las fachadas: un matrimonio y su manera de mentirse sin decirse mentiras, -eso se llama rutina o vacío-. Un padre que odia a la hija, incapaz de romper el silencio de la muerte azul de un hermano. Una madre que odia el jazz y las palomas, disfrazada de turista, impostora de sí misma en un hotel cuya habitación allana para liberarse desnuda en un no lugar donde nada pesa, ni de nadie queda nada - sólo un evanescente fantasma que se lleva el aire cuando se abre la ventana-. Una hija con el dolor  y esas palabras color nude que se convierten en naturalezas muertas entre ella y su padre. Otro padre que se va muriendo entre dos hijas. Una familia que se desvanece en colores agrios. Cada uno, todos, explican sus silencios y su derrota a través de los secretos que viven los otros, y lo que nos susurran al oído como si pensasen dentro del espejo de nuestra mente. Que el amor se desgasta y se mancha, que le crecen pelusas y se desordena, y de vez en cuando hay que limpiarlo. Que el deseo se alimenta de curiosidad, que en ocasiones los ángeles tienen el rostro del diablo.

Vidas detrás de las fachadas. Un hombre se despeina cuidadosamente en el ascensor, camino del trabajo; un enfermo sueña con la inmortalidad del alma; una madre cuenta granos de arroz, guarda clavos en los bolsillos y unos pendientes de jade; una hija construye satélites de plastilina y siente el pecado de gastar mucha agua en su cuerpo. Todos se tumban bocarriba. Es como dormirse en el vientre de la realidad, que a veces es una ballena que termina escupiéndonos a otro lugar, cuando un semáforo cambia. Cada uno es una película en versión original con subtítulos, a los que Isabel Bono le baja el volumen para que leamos su silencio y nos sintamos ellos; fachadas en las que reconocernos. Igual que en sus interiores repletos de resentimiento, de olvido, de sopa de ave con fideos, de pasillos en los que cada personaje es una sombra leve, sin alas, cruzándose sin tocarse los afectos, los miedos, los vacíos. A veces coinciden en una cocina en la que sus relaciones son un hilo de agua sucia ahogándose hacia el abismo del fregadero.

Isabel Bono escribe vidas introspectivas con verosimilitud humana, fecha de caducidad y la posibilidad de una huida. Nos las narra de manera doméstica y con ternura de cuento con otro cuento dentro: Blancanieves, Cenicienta, el Príncipe…la felicidad no existe. Sólo se hace una maleta en la noche y elegimos esperar un tren con destino a uno mismo. Atrás dejamos un perdón a medias, una culpabilidad de la que desatarse, el dolor del corazón y de la espalda, una soledad que se acaba. Isabel Bono inventa en esta hermosa novela, fragmentada en poemas narrativos que tiemblan y nos suceden, la esperanza de un paraíso donde no existan fachadas que escondan pájaros muertos. Ni tampoco vidas en las que, vida a dentro, se pudran las flores, igual que los sueños.

No dejen de leerla. Seguro que también su semáforo cambia."

Este texto apareció el pasado sábado 25 de marzo en "El marcapáginas" de la sección Libros de "La opinión de Málaga".